lunes, 30 de abril de 2012

Una ilusión

Hablar de ilusión es hacer referencia a la distorsión de algo que percibimos a nivel sensorial. Desde el punto de vista de la psicología, se habla de la ilusión como una esperanza sin ningún fundamento, lo cual podría ser visto como un anhelo por cualquier cosa. Esa cosa en mi caso es la pintura, ese algo que siempre he tenido ahí, mi "ilusión", que en mi jardín oculto, cubierto de malas hierbas, no me dejaban ver que ahí podía estar, y sin embargo nunca lo busque o lo quise buscar. Cuando he intentado entrar, con machete en mano para segar aquello que no me dejaba ver más allá, una sensación gélida recorría mi espalda, y me hacia retroceder y volverme a sumergir en lo que "era lo mío", pero... ¿que era lo mío? O mejor dicho, ¿que es lo mío?. Con mucho miedo o respeto, cogí mi primer pincel, lo había cogido muchas veces pero nunca como aquella vez, la treintena acabó y me encuentro ya ante el abismo de los cuarenta, nunca había tenido una mano amiga que me había ayudado a no perderme, ahora si la tenía y es quien me dijo, sigue y porque no. Y seguí. Deje que algo dentro de mi comenzara a fluir, y es cierto, ese algo hacía que los colores sobre aquel papel blanco, me hicieran ilusionarme, también fue el refugio para ayudarme a bloquear mi mente cuando cojo los pinceles y tan solo añoro acabar mi obra, por eso no tengo lugar a ningún pensamiento. Como dijo el mago de la cocina, la creatividad es fácil, lo difícil es la idea. Espero poder seguir disfrutando con los colores, y no pretender nada más, tan solo vivir cada momento y no pensar en el siguiente.